Si tuviéramos que definir en breves palabras qué es la motivación laboral, podríamos afirmar que es la capacidad que tiene una organización o empresa para mantener una actitud positiva en sus empleados, tarea para nada simple de desempeñar para los equipos y los gerentes de recursos humanos, pero veamos en mayor detalle el tema.
En esta línea, podríamos comenzar postulando diferentes definiciones citando a algunos autores:
- * Para comenzar, William P. Sexton, en Teorías de la Organización, se refiere a la motivación como “el proceso de estimular a un individuo para que se realice una acción que satisfaga alguna de sus necesidades y alcance alguna meta deseada para el motivador”.
- * Por su parte, Anita Woolfolk, autora de Psicología educativa, la entiende como “un estado interno que incita, dirige y mantiene la conducta”.
- * La primera definición estaría muy en la línea con la propuesta por James A. F. Stoner en su libro Administración, en el que se refiere a la motivación como a “lo que hace que las personas funcionen”.
El presente post hablaremos de la importancia de la motivación, los tipos y por último, como implementar estrategias útiles.
En primer lugar, debemos dejar en claro, que el éxito de una empresa está directamente relacionado con el nivel de motivación laboral de sus trabajadores. Y es que ellos son el verdadero motor del negocio y los que, finalmente, harán que nuestra empresa triunfe o fracase.
Se estipula que cuando un empleado está satisfecho con su puesto de trabajo es un 12% más productivo y un 31% más eficiente, un trabajador motivado rendirá más porque se siente mejor en su puesto y lo realiza con mayor eficacia por lo tanto, aumenta su productividad (mostrando de este modo una relación directa con motivación y desempeño) dentro de la compañía, lo que se traduce en mayores ventas y ganancias.
Por otra parte, para comprender un poco más el concepto de motivación laboral se debe conocer que la misma se divide en dos tipos de acuerdo a su origen:
- * Extrínseca: En esta intervienen factores externos que son ajenos al individuo.
La finalidad de la misma es premiar el desempeño de los empleados mediante distintos incentivos. Por ejemplo, un aumento de salario o un reconocimiento público.
- * Intrínseca: Acá intervienen factores internos del individuo, es decir que está relacionada con la satisfacción personal que nace del propio trabajador y no necesita de una tercera fuente (por ejemplo, la propia satisfacción personal).
En este punto en particular es cuando se puede requerir de especialistas en el tema, ya que es un factor clave a la hora de conseguir que los miembros de la organización sean más productivos y adquieran un mayor grado de compromiso con la compañía, motivo por el cual, no deja de tratarse de un elemento que todas deben de tener en cuenta a la hora de establecer una relación con sus empleados y que deberían estar alineadas para generar acciones tendientes a garantizar el su fomento y desarrollo.
También es importante determinar el carácter del estímulo percibido, lo que nos lleva a diferenciar entre dos posibles tipos de motivación:
- * Positiva: premio o recompensa
- * Negativa: si el refuerzo es asociado como una amenaza o castigo.
Y además, podemos realizar una distinción entre el nivel de necesidad que experimenta el empleado:
- * Primaria: el trabajador actúa para satisfacer necesidades básicas
- * Social: su conducta está guiada en pos de ser aceptado en determinado grupo social
Para finalizar quizá lo más complejo del tema, la Implementación de la motivación laboral en la empresa. Por lo general, estas, tienen diferentes técnicas a la hora de impulsarla, a continuación, un listado de algunas estrategias para que las pongas en marcha:
- – Definición clara de metas, objetivos y funciones.
- – Valoración salarial o económica.
- – Política de Incentivos, premios y reconocimientos.
- – Mejoras en las condiciones de trabajo.
- – Apostar a la formación y desarrollo profesional.
- – Promoción laboral
- – Evaluación del rendimiento.
- – Conceder autonomía.